La colección Trayecto Breve está formada por una serie de libros cortos, tanto de ficción como de no ficción, y otros en los que se mezcla la fantasía con la realidad en proporciones variables. Textos de corto recorrido, pequeñas historias y escritos breves para aprovechar esos momentos del día que la rutina nos permite un reducido respiro. Libros para rellenar los pequeños huecos que la agitada vida diaria nos regala, y que sería una pena desperdiciar teniendo al aburrimiento como pegajoso compañero.
Esta colección es ideal para esos desplazamientos no demasiado duraderos, en autobús o en taxi que nos llevan de un lado a otro de la ciudad (incluso cuando el taxista eres tú y estás aburrido en la parada a la espera de algún cliente), o cuando el tren de cercanías o el metro nos transportan al trabajo, quienes tengan la suerte de tenerlo en estos tiempos en los que el desempleo campa a sus anchas.
Los textos de cada libro aportan un sencillo entretenimiento en forma de lectura para aprovechar las tediosas colas que soportamos cuando queremos sacar las entradas para el espectáculo artístico de moda o para ver actuar a nuestro cantante favorito. También como calmante literario en la sala de espera en nuestras consultas médicas o en la cita con el tantas veces temible dentista, incluso la inevitable visita diaria al servicio (en algunos casos, varias veces) en el que el tiempo se puede hacer eterno cuando el estreñimiento hace acto de presencia y es en esa circunstancia cuando se hace necesaria la mejor compañía tiendo algo a mano para leer.
Siempre hay algún momento del día libre, aunque tan solo sean cinco minutos, para sumergirnos en historias auténticas o inventadas que estimulen nuestra imaginación y de vez en cuando poder viajar a otros mundos más amables, aunque sean irreales
En fin, que la rutina diaria siempre suele ser generosa para permitirnos un pequeño desahogo teniendo a mano un libro que nos entretenga. Ya sea mientras esperamos en la cafetería de turno a nuestra pareja, que casi siempre llega tarde, o hacemos lo propio a la salida del colegio aguardando a nuestro hijo, que suele ser es el último en salir. Y también en la peluquería, o en un banco del parque aprovechando las bondades del clima cuando este se muestra generoso. Y en otras muchas ocasiones en las que necesitamos matar el tiempo, antes de que él, nos liquide a nosotros utilizando siempre el recurso salvador de la lectura.
La colección Trayecto Breve está pensada para esos lectores adictos que necesitan su chute diario de evasión, más o menos literaria en forma de lectura ligera sin más pretensiones y que están deseando que alguien les cuente algo entretenido. Y leer es una actividad que se puede hacer en casi cualquier lugar, tantos como se pueda uno imaginar con la independencia absoluta que otorga no necesitar compañía para la lectura y si además el libro es en papel, con la garantía total de que el producto es prácticamente indestructible, excepto para el fuego, porque hasta se puede leer un libro mojado, eso sí, con cuidado al pasar las hojas para que estas no se rompan.
Al final se trata de leer, donde sea y como sea. A partir de cinco minutos y de ahí en adelante, aunque haya que hacer al cabo del día varias pausas para luego volver a retomar el hilo del texto, sobre todo cuando este nos engancha.
El objetivo principal del autor ha sido tan solo tratar conseguir que los textos que vienen a continuación hayan servido para hacerle el día un poco más divertido a los lectores.
¡Muchas gracias a todos los lectores que lean los libros de la colección Trayecto Breve!